" Un pintor sueña con casas y una buena arquitectura, en la cual el hombre sea libre
y
se haga realidad este sueño”
Friedensreich Hundertwasser
Friedensreich Hundertwasser
En “La poética del espacio” Gaston Bachelard
piensa la casa, el espacio habitado, como un instrumento para analizar
el alma humana. “Examinada desde los
horizontes teóricos más diversos, pareciera que la imagen de la casa fuese la topografía
de nuestro ser más íntimo”
Cuando vemos la arquitectura de Hunderwasser no imaginamos
que es el resultado de un plan de viviendas sociales. En 1977 el Alcalde de Viena
le propuso crear un complejo municipal en
el que trabajó en colaboración con el arquitecto
Joseph Krawina. En sus fachadas reina la ruptura de la simetría, un
nuevo orden combina pisos y paredes ondulantes," un piso ondulado es una melodìa para los pies", aberturas irregulares, con
un colorido deslumbrante y abundante vegetación.
¿Qué animó a
Hundertwasser
en su viaje por la arquitectura creativa?
Romper con el racionalismo de las cajas
prisión, Si Adolp Loos había bregado por
desechar toda ornamentación, correspondía a este otro austriaco reparar el daño que el abuso de las
cajas-prisiones había generado en la población. Y así lo piensa “La
línea recta es la única línea no creativa. La única línea que no se presenta
ante el hombre como la imagen de Dios. La línea recta es el verdadero
instrumento del demonio. Quien la utiliza, contribuye a la ruina de la
humanidad.”
Hundertwasser considera la casa como una tercera piel, es el lugar dónde desenvolvemos
nuestra existencia más cotidiana. Sueña con dar libertad al individuo para modificarla, acercándola
a las necesidades de su vida interior.
En 1958 escribió “El manifiesto del Enmohecimiento contra el racionalismo en la
arquitectura” apostando a que los edificios participen en el ciclo orgánico de
la materia, un concepto bioaquitectónico en la que las casas presenten cultivos
de moho, ya que este es el origen de la vida vegetal. Y llega aún más lejos: relaciona la frialdad y deshumanización de la
arquitectura racionalista con la salud mental, señala que crea condiciones de malestar
y alineación, pudiendo favorecer hasta
el suicidio.
Se
ha dicho que la arquitectura de Hunderwaser se tornó obsoleta. Tensiones entre
el racionalismo y las utopías. Quien mira la obra de este creador, entra en un
mundo de ensueño y recibe el impulso para sumergirse en el dominio del color y la curva. Un dinamismo
que contagia el deseo de reformar nuestros espacios y llega a hasta nuestra interioridad.
Quedan entonces las preguntas de Bachelard para continuar el camino:
"Frente a esas soledades el topoanalista interroga: ¿Era grande la habitación? ¿Estaba muy atiborrada de objetos la guardilla? ¿Era caliente el rincón? ¿De donde venia la luz? ¿Cómo se saboreaban los silencios, tan especiales, de los diversos albergues del ensueño solitario?
Quedan entonces las preguntas de Bachelard para continuar el camino:
"Frente a esas soledades el topoanalista interroga: ¿Era grande la habitación? ¿Estaba muy atiborrada de objetos la guardilla? ¿Era caliente el rincón? ¿De donde venia la luz? ¿Cómo se saboreaban los silencios, tan especiales, de los diversos albergues del ensueño solitario?
Qué hermoso escribes. Coincido contigo. Hay momentos en que la arquitectura se vuelve un sueño y rincón para el refugio de la conciencia cotidiana y es a través de G. Bachelard, como uno de mis favoritos que ésto toma forma y sentido. Gracias... Andrés
ResponderEliminarQué hermoso escribes. Coincido contigo. Hay momentos en que la arquitectura se vuelve un sueño y rincón para el refugio de la conciencia cotidiana y es a través de G. Bachelard, como uno de mis favoritos que ésto toma forma y sentido. Gracias... Andrés
ResponderEliminarGracias por tu vista, me alegra mucho Andrès que te haya interesado esta conexión de autores. Un abrazo!
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